todo sobre mi viaje vi (5 de enero del 2009)

El día siguiente, lunes, yo me levante temprano. A golpe de las 7 u 8 am. Mientras Lucy y Tavis dormían me bañe. Ya luego, ellos se levantaron y empezamos a alistarnos todos para salir, y disfrutar Pasto de día. En cuanto estuvimos listos, Tavis y yo salimos a la cafetería de al costado a tomarnos un café. Le llevamos un café a Lucy por que ella estaba un poco indispuesta. Una vez recompuesto salimos a caminar por las calles del centro de Pasto para buscar una nueva cámara de fotos para Tavis. Resulta que el muy tonto olvido la que traía en la buseta que nos llevo de Ipiales a Pasto. Nada. Recorrimos varias tiendas buscando una cámara parecida a la que tenia. Una vez que eligió, lo acompañamos a sacar dinero de un cajero. Antes pasamos por una fuente de soda y nos tomamos otro café. Allí probamos por primera vez el famosos Pony, que tanta publicidad le hacen por todo Colombia. La verdad no me gusto nada, es como café bien cargado y frió. Me quedo con el cafe colombiano que tan bueno es para la resaca. Regresamos a la tienda para comprar la cámara. Al llegar el mediodía, nos fuimos a la plaza Nariño a disfrutar del show que ya estaba empezando.

Era el segundo día de fiesta en Pasto. Nos sentamos en una tienda instalada al borde de la plaza y pedimos nuestro vasos gigantes de Poker (luego me arrepentiría de tanto Poker). Así empezamos la jarana. Vinieron otras dos rondas más de cervezas, compramos perros calientes. Y dos rondas de cerveza más. Sin darnos cuenta y llego la tarde y la plaza se lleno de gente. Los juegos de espuma y de talco y de todo. Los niños jugando con los militares que cuidaban la ciudad. Con nosotros tambien.
En una de esas, mientras varios niños me hechaban espuma, intentaron robarme el pasaporte..jaja.. Tavis se la quito a uno de los niños. Cosas de la celebración. Al anochecer, y luego de abrigarnos bien para el frió, nos metimos al centro mismo de la plaza, que estaba repleta de gente. Empezamos a bailar con la música de las orquestas. Tavis quería tomar fotos en primera fila así que se fue para alla. Mientras Lucy y yo empezamos a empilarnos y nos pusimos a bailar en plena plaza. Las demás personas me miraban con cara de envidia por estar bailando con la "gringa". Pero bueno por mi normal. En una de esas pusieron el arbolito, y la baile con ella. Un toque surrealista esto, bailar el arbolito en una plaza de una ciudad de la sierra colombiana con una australiana. La noche siguió avanzado. La alegría también. Los colombianos, aun los de los Andes, tiene una alegría que contagia. Y siguieron las rondas de cerveza. Creo que nunca había tomado tanta cerveza junta. Pero tan contentos. Ya cuando todo el mundo estaba empilado la gente nos empezó a hacer el habla de la nada. Nos preguntaban que de donde veníamos, que hacíamos en Pasto, que si disfrutabamos de la fiesta y tal. Nos sentimos super bien. No recuerdo en que momento terminamos en un mesa tomando con un grupo de chicos. Había como 3 chicas y un chico, Sebastian que en adelante nos acompañaría el resto del tiempo que pasamos en Pasto. Seguimos tomando y bailando. Pasándola super. La cosa que la fiesta acabo a eso de las 12:00 am. Nosotros estabamos empilados y queríamos continuarla. Asi , Sebastian nos llevo a un disco que el conocía de música folclórica llamada Tropicana que quedaban cerca a la plaza. Así la pasamos. Termine bailando sayas y huaynitos colombianos, un extraño aire a peruano. La verdad la pase muy bien. Todos eran muy atentos. Incluso llegaron a saludarnos desde el estrado a Lucy, a Tavis y a mi. Como ya no nos quedaba mucho dinero, compramos una botella de Aguardiente de Nariño entre todos. Y no me gusto para nada, pero Sebastian insistía en querer hacer "seco y volteado"conmigo a cada rato y mi orgullo peruano no lo podia dejar pasar. Termine tomando muchas, muchas. El caso es que al final me cayó mal. Ya a eso de las 3 am del día siguente, la disco cerraba y nos fuimos retirando. Regresamos al hostel muy tarde y nos tiramos a dormir como pudimos después de un día muy agitado. Pero el día siguiente aun había mas....

La movida dentro de mi


Vivo en 1975. En medio de un brutal salto hacia la modernidad. Dejando atrás la dictadura ultraconservadora de mi vida. Miedo a lo que creí y deje de creer. Libertad recién descubierta. Infantilismo entre naive y trangresor. Encuentros ocasionales, personajes desconocidos, vidas escandalosas. Viviendo con este Peter Pan que no se quiere ir de mi alma. Manteniendo este cuerpo que va haciéndose adulto aunque yo no quiera. Pidiéndole al tiempo más razones para seguir. Mi frágil mundo interior, mi soledad incompartida. Los amores perdidos que nunca encontré. La confusión. La incertidumbre. Las noches de La Vía Láctea dentro de mi . Vivo en una oculta actitud underground. Es lo que soy y nadie ve.
Imagen: Lucas Ottone. Huge Show Arts

todo sobre mi viaje v (4 de enero 2009)

Domingo llego, dormi poco. De hecho creo nunca llegue a domir. Llegamos casi de madrugada a Ibarra y aun empilados... Amanecio pronto y ya eran eso de las 10 am. Asi que el momento de empacar y partir, llegaba. Me daba un poco de nostalgia, tener que dejar a Andres, a Ecuador. Pasaron tantas cosas bonitas, muy significativas esos dias. Encima nuevamente surgia ese miedo un poco escondido de continuar solo el viaje, pero era lo que me habia. Me bañe mientras David y Andres todavia dormian. Luego me cambie y empecé a empacar mis cosas. Ellos tambien se alistaron y a eso de las 11:00 salimos en el carro hacia el terminal de Ibarra para despedirme. El ultimo paseo por Ibarra, el ultimo momento con ellos... Pucha mucha pena y sensacion de nostalgia. Cuando llegamos, lamentablamente Andres estaba un poco apurado asi que nos despedimos rapidamente, dejando alli en ese minuto, en ese instante, una amistad que en la vida real solo duro 3 dias. Probablemente nunca mas lo vere, es lo que tiene la vida. Que las amistades, aunque entrañables, suelen ser aves de paso. Aunque algunos me odien por lo que lo diga tan sinceramente. Con David todavia continuamos un poco más por que entro conmigo al terminal. Habia harta cola de gente regresando del fin de semana largo hacia sus lugares de origen. David regresaba hacia su casa en Quito mientras que yo compre un pasaje de bus hacia Tulcan, la ciudad ecuatoriana fronteriza con colombia. Le acompañe mientras compraba el ticket y luego a la puerta de su bus. Alli me despedi de David. Y heme alli solo de nuevo, esperando el bus para mi siguiente destino. Pero el bus no llegaba. Asi que estaba preocupado por que pense que a lo mejor ya habia partido. Fue alli que vi un chico, mochilero tambien, que estaba con la misma cara de preocupacion que yo. Le reaccion fue inmediata. Nos miramos, miramos nuestros tickets, amarillos los dos, y nos preguntamos ambos (el en un español masticado) "¿tu tambien estas esperando el bus hacia tulcan?". Y al toque empezamos hablar. Fuimos a preguntar a la agencia dentro del terminal para ver que habia pasado. Bueno parecia que el bus solo se habia demorado y aun no llegaba. Mas tranquilos empezamos hablar con mas tranquilidad. Para coincidencia ambos teniamos por destino Pasto. El se emociono mucho encontrarme, creo yo, por que su español era recontra basico y necesitaba a alguien para cruzar la frontera, y yo por mi parte tampoco queria cruzarla solo. Asi que en menos de dos minutos desde que me separe de David ya habia encontrado alguien mas con destino a la misma ciudad que yo. Nos subimos al carro, nos sentamos juntos y nada, empezamos a hablar las generales de ley de dos personas que recien se conocen. Como te llamas (Tavis, el), de donde eres, en que trabajas, que planes en el viaje, cuanto tiempo viajas, en que ciudades de Ecuador estuviste, nos enseñamos nuestras fotos, nuestros pasaportes, y bueno y tan asi que ya estabamos en confianza. El viaje hasta Tulcan no tomo mucho tiempo, creo que cerca a 3 horas. La cosa que a eso de la 2 ya estabamos ali. Era un ciudad pequeña,algo comercial, no la recorrimos mucho por que solo estabamos de paso. Almorzamos en un polleria al lado de una avenida cerca al terminal. Luego tomamos un bus que nos llevo a Parque Ayoras. Llegamos, aprovechamos para cambiar nuestros dolares por pesos colombianos y tomarnos algunas fotos en el parque

Luego de eso tomamos un taxi que nos llevaria hacia Rumichaca (el puesto fronterizo), que estaba como a 5 minutos de alli. Llegamos y nos acercamos para preguntar acerca del tramite de migraciones necesario. Pero nos mandaron hacia la puerta delantera, mientras una chica australiana discutia con el guardia ecuatoriano. Mientras haciamos la cola para entrar a la oficina ecuatoriana de migraciones, la chica australina se nos acerco y puesto que tenia el mismo itinerario que nosotros se nos unio. Pasamos juntos por migraciones donde nos sellaron la salida. asi salimos de Ecuador. Luego nos dirigimos hacia la oficina de migraciones de Colombia. Estaba mas despejado. La atencion fue más rapida. Una vez con el sello de entrada a Colombia tomamos una buseta que nos llevaria con destino a Ipiales, la primera ciudad colombiana. El viaje fue corto, pero desde entrar ya se respiraba otro ambiente. Mucho mas festivo. Y era verdad; por que la gente andaba por los pueblos que pasamos pintados de blanco, y festejando. En ipiales rapidamente tomamos otro bus hacia Pasto, nuestro destino final. Ese trayecto fue bastante especial. La sierra colombiana era tremendeamente abrupta y verde. El auto parecia tan vulnerable en medio de tanto abismos. Un paraiso. De vez en cuando veiamos campamentos militares al lado de la carretera, imagino que por seguridad por que la provincia de Nariño (donde estabamos) era un zona con campamentos de las Farc. Casi al anochecer llegamos a Pasto. Hacia mucho frio y llovia, asi que tomamos un taxi con direccion al hostel donde pensabamos alojarnos. Las calles del centro de Pasto estaban cerrados por que estabn en plenas celebraciones y el taxi nos dejo pocas cuadras del hostel. La gente andando de un lado a otro con latas de espuma, talcos y pintura tirandose de un lado a otro. Llegamos caminando al hostel, y no habia sitio para los tres. Asi que por telefono nos contactaron con otro hostel donde si habia espacio. Caminamos hacia alla. Y asi entre musica, fiesta y gente corriendo por todos lados nos recibio Pasto. Llegamos al hotel, dejamos nuestras cosas y salimos a la ciudad a disfrutar del ambiente. Se trataba de una fiesta descomunal (El Carnaval de Negros y Blancos). Toda la gente en las plaza estaba bailando y ensuciandose. En menos de 1 hora ya estabamos con nuestras latas de espuma disfrutando de la fiesta tanto como los demas. Se notaba la calidez de la gente y su alegria.
Por un momento Tavis, se perdió de nosotros entre tanto barullo y continuamos Lucy (la chica australiana) y yo en un muro sentados muriendonos de frio pero disfrutando de la alegria de la gente a nuestro alrededor. Regresamos cerca de las 11:00 al hostel. Sabiendo que se trataba del primer dia de fiesta y que continuaban dos dias mas, que fueron mucho mejores.

Hedonismo sicalíptico, la vorágine del capital


“Springfield nació para vestir a jóvenes urbanos, modernos y cosmopolitas, con intereses deportivos y culturales. Este modelo, denominado como ‘Chico Springfield’, ha sido desde el primer momento el ‘leit motiv’ de la empresa. La moda que se puede ver en los escaparates de cualquier tienda de la firma tiene un claro destinatario: jóvenes de 20 a 30 años con mentalidad europea, que les gusta viajar, la vida social, el deporte y la cultura pero siempre desde una postura activa. Son aquellos chicos que pronto abandonarán la universidad y accederán a su primer trabajo, con una actitud calificada como ‘For ever 25’. Son hombres a los que les gusta la moda pero nunca están sometidos a ella y que todavía no tiene un alto poder adquisitivo” (www.grupocortefiel.es)
Una declaración de intenciones. Nunca alguien me explicó mejor. Aunque les joda a algunos.
"Lo que no es necesario
Ay... suele ser extraordinario
Cúbreme de lamé y tergal
Poliéster, charol
Vamos a bailar" (Más es más, Fangoria)

si algo asi como el amor esta en mi alma


Hay quienes dicen que soy muy individualista, convenido, superficial, pretensioso. Y fácil que si. Quizá es la imagen que yo mismo me he venido construyendo ante los demás. Ese muro, que a poco comencé a construir, desde que me di cuenta que en realidad no tenia defensas. La forma como me asimile ante el mundo, ante los otros. Como fui construyendo este yo que me ha tocado vivir. Pero pocos, saben como soy yo por dentro. Como sufro, como me conmuevo, como duele, como tengo temor. De que si me importan los demás. De como soy cruel conmigo mismo por ser así. De como fuerzo a mi alma a amar, a querer, a apreciar. No es fácil ser yo...
"El, tiene una loca ambición que cumplir tras su mirada perdida en el fuego de su melancolía. El, viste de equivocación en casual; pelea con la ciudad, si lo ves te arrastra a la realidad" (Dulce y Veloz, Mar de Copas)

todo sobre mi viaje iv (3 de enero del 2009)

El sábado llegó, pero la pereza igual me tenia amarrado a la cama. De espíritu de viaje, hasta el momento, poco. Bueno al igual que el día anterior recién nos animamos a salir a eso de las 11. oo am. Emprendimos el viaje regresando hacia el sur, hacia Quito. El dia prometía. Había un sol radiante, ese sol que solo se puede ver en los Andes. En el camino no se que se medio pero se me antojo un yogurt y paramos para comprar (creo que nunca había disfrutado un yogurt como los disfrute esa vez) . Despues nos detuvimos para visitar Mitad del Mundo, el supuesto sitio donde pasa la linea ecuatorial del planeta. El sitio, bueno no era la gran cosa pero igual tenia su gracia saber que estaba en el medio de este planeta donde nos había tocado vivir. Luego seguimos nuestra ruta hacia Quito. En ese trayecto empezamos a conversar con Andres acerca de esa gran cuestión de nuestras vidas. Fue una conversación sumamente franca, sincera. De nuestras formas de asumirlo, de verlo, de pensarlo. Creo que en algún momento me dieron ganas de llorar. ("es que ellos nunca se van a olvidar de ti", dijo Andres; "y si hacemos todo ese sacrificio en vano" es la duda que yo plantee, frases con tanto significado que no puedo olvidar). Como no habíamos desayunado, el hambre nos mataba , así que fuimos a un centro comercial. Allí, Andrés pidió comida china yo pedí pizza que nunca llegue a acabar. Hicimos un buen rato y conversando de cosas interesantes...


Ya de ahí nos fuimos al teleferico de Quito. Fue muy bacan. Primero fue extraña la sensacion de subir cientos metros de forma tan rápida hasta ascender al volcán Pichincha. Aunque claro solo llegamos al su hijo, el menor, el Wawa Pichincha (4 200 msnm). Desde allí la vista de Quito es espectacular. Se ve una ciudad grande, llena de arboles, de bosques. Si, de verdad una ciudad muy linda . Creo que fue de las mejores experiencias de Quito. Al llegar a la cima, nos quedamos un buen rato caminando, pusimos las musica de nuestros celulares, tarareamos las letras mientras los demás nos miraban raro. Por allí, frente a un gran balcón natural donde podíamos ver todo Quito, nos quedamos cada uno callado reflexionando las grandes cuestiones de nuestras vidas...


Antes del atardecer empezamos el descenso hacia Quito. Antes caminamos por un parque de diversiones que estaba cerca al estacionamiento. Se nos cruzó la idea subirnos a la montaña rusa pero desistimos. Ya en su carro nos enrumbamos para conocer el centro histórico de Quito. Alli Andres recibió la mala noticia de que su papá había tenido un accidente y que tenia que ir a verle. Aunque imaginabamos ya no ir a la disco en la noche igual pasamos por la casa de su amigo David para conocerle. Y allí en medio de la conversa y las bromas, se animo a venirse con nosotros a Ibarra, ya que no íbamos hacer más nada en Quito. Emprendimos el camino a Ibarra. En el camino compramos comida rápida y íbamos escuchando música y comiendo en el camino. Pero casi llegando a Ibarra, Andrés cambio de opinión y decidimos regresar a Quito. Entonces igual llegamos a su casa para cambiarnos y emprendimos el regreso a Quito. jaja creo que literalmente volamos. Fuimos cerca a 100 km en la carretera para poder llegar a las 12 a la disco. Y así fue, llegamos al barrio de La Mariscal y entramos a la disco. Era una disco pequeña pero al ambiente estaba bien. Allí fue cuando nos conocimos....Recuerdo que me estaba mirando un buen rato. Yo pensé que que no era hacia mi, sino hacia alguien que estaba detrás de mi. Pero no era así. Recuerdo que paso un buen ratazo hasta cuando me anime a decirle que venga y vino. Empezamos a bailar. No pasaron ni 5 minutos y ya estábamos agarrando. Luego fuimos a tomarnos algo a la barra mientras David y Andrés bailaban por ahi. Bebimos agua, seguimos agarrando. Eran las 2:00 am creo cuando Andrés y David decidieron que ya era hora de regresar a Ibarra. Tuvimos que despedirnos, no sin antes dejarle mi msn y darnos nuestro ultimo beso de esa noche. Me quite con ellos muy cansado después de haber pasado una de las noches más bonitas en una disco. Ojala algún día se vuelva a repetir. Todo, Todo.

todo sobre mi viaje iii (2 de enero del 2009)

El día 3 enero. Me levante tarde. Aun así no tenia ganas de levantarme de la cama. La cosa que a golpe de las 10 am recién nos animamos a alistarnos para salir a pasear con Andrés. Antes fuimos a recoger a su amiga, que vive cerca a su casa. Luego fuimos en su auto a Cotacachi, un comunidad muy bacan dentro de la provincia de Imbabura. Primero pasamos de largo hasta llegar a un lago que dicen que es el cráter de un volcán (Cuicocha), donde según me floreaba Andrés no se ha podido averiguar la profundidad del lago. El paisaje es espectacular. Me senti muy bien en compañía de Andrés y su amiga. Luego de caminar un poco alrededor del lago y comprar artesanías (que por cierto deje en casa de Andrés por que al final me hacían mucho peso) emprendimos la bajada hacia el pueblo de Cotacachi. Allí paseamos un poco viendo las tiendas de curtiembre que se ven muy bonitas y caras por cierto. Justo empezó a llover y nos metimos a un restaurante muy bonito. Allí probé un poco de comida del lugar. Ya luego fuimos a Otavalo. De este lugar ya había escuchado antes. Se trata de un pueblo muy bonito donde se venden artesanías en la plaza principal. Me sorprendió escuchar hablar quechua a la gente y ver que hay mucha diferenciacion entre "indígenas" y "no indígenas". En general, visitando todos estos sitios, y por las conversación con Andrés y su amiga me di cuenta que Perú y Ecuador se parecen mucho. De hecho algunas cosas son solo diferente el nombre. Aunque si me gusto ver como estos pueblos andinos, son muy ordenados y con todas las comodidades de las ciudades. algo que no siempre sucede en el Perú. Luego de tanto pasear y ya un toque cansado emprendimos el regreso a Ibarra. Primero fuimos en su carro a conocer la Laguna Yawarcocha. Me pude dar cuenta que Ibarra es un ciudad muy bonita para vivir; tranquila, con un aire a pueblo aun pero con todas las comodidades que uno puede esperar. Por un momento, viendo el paisaje desde el carro de Andres, el tiempo pasaba lento y alli rodeado de lagunas y de montañas pense en quedareme...Luego caminos un poco por la ciudad. Ya al ocaso, entramos a un internet y comimos unos helados. Regresamos a su casa y descansamos toda la tarde viendo TV. Luego dormí hasta el día siguiente, que seria sábado. Pensábamos ir a Quito, prometía ser un día muy especial....