De los gustos y vicios

Este sábado he regresado a la casa de mis padres en La Molina. Que gusto. He pasado todo el dia tirado en mi cuarto; escuchando música; dormitando; escribiendo cosas; editando fotos; viendo videos pornos; buscando, sin éxito, gente en MH y haciendome pajas.
Estaba leyendo el blog de Alaska y Mario Vaquerizo de donde me he enterado de la película de Jaime Gil de Viedma ( El cónsul de Sodoma) y me ha colocado mucho. Ya sabes que todo lo transgresor me pone bastante...tanto como la estética naif, la estética chicha y Warhol.

De cierres y retornos



Esa tarde la resaca y la melancolía no me permitieron más. Pedí permiso a mi jefe de tomarme la tarde libre (¡le invente que tenia conjuntivitis viral!). Y fui a dormir al nuevo piso que he alquilado muy cerca de mi chamba y que se va comer buena parte de mi sueldo. Pero nada, ya se lo precipitado que soy y supe que lo quería tan pronto verlo. El caso es que llegue y deje en el piso las pocas cosas que llevaba y me desnude y me tire en la cama.
Se me vienen los recuerdos de la madrugada caminando en medio de ese descampado, los lentes de mis lunas rotas, el celular quebrado. Humillado...
He vuelto al Prozac, al colirio para los ojos rojos, a leer Amor Liquido de Bauman, a la paradoja de escuchar a Camilo Sesto y saber que regreso al hedonismo, a la soledad, a la incertidumbre de mis días....
Un circulo que se cerró.

Yo tenía un presentimiento

I got a feeling. Que me toca regresar a la gris Lima...pero las experiencias, las buenas y malas de este viaje a Brasil, nunca se olvidan y quedan para siempre en el alma y el corazón. Se hacen, se saborean, se asumen, y pasan al usb de la mente para recordarla cuando se debe. Brenden ya lo dijo cuando me leia el tarot: hay circulos que tienes que cerrar. Lima me esperaba fatal. El caso es que nadie regresa igual después de un viaje. Ahora me debato entre el estrés pos vacacional, la chamba y el desconcierto. Pero nadie me quita lo bailado.