Ese extraño viaje

Por supuesto que es extraño viajar con tu jefe. Pero no me puedo quejar. Cada vez le tomo más confianza para decirle las cosas que pienso y eso. El adelantó su vuelo a Lima y me he quedado un día mas en Tarapoto. Ayer salir de noche. Fue todo tan rápido. Termine en un antro de una calle desconocida; tomando aguardiente con cocona en lo que escuchaba techno de los 90s con improvisados amigos. Dormí divino...
Ahora estoy sentado cerca en la piscina del hotel y veo a una familia limeña de esas típicas que han aparecido en el Perú. De jovenes padres de clase media y dos hijos lindos. Los veo tan felices, que me produce desden. Yo prefiero escuchar a Fangoria en todo momento (cruzo los dedos para que se concrete su concierto en Lima). Tomando jugo de taperiba. Pensando en el viaje de fin de año. Todo en sosiego. De pronto; las cosas que me esperan en Lima. Extraño no es el viaje. Extraño es la vida. La de todos los días...
Escrito en Tarapoto

La razón y el corazón

Me callo por que le ha ganado la razón al corazón. Eso dice La Oreja en lo que trato de dormir lo no dormido. La resaca, el dinero que no debí gastar y el arrepentimiento confabulan en contra. Y tu no contestas.Y me callo. Te digo que espero tu respuesta. La que sea. No te preocupes que todo seguirá tan igual luego. Chambeando, enseñando, leyendo. La razón le ganó al corazón. ¿Hasta cuando?. Es un peligro latente.

Malas Compañias


"Las malas compañias hechan a perder los habitos utiles" (1 Carta a los Corintios 15:33).

Todo lo malo lo aprendi yo solo....

Que has vivido


Has bailado cumbia sanjuanera con campesinos productores de cacao en el Alto Piura. Has dormido en una hamaca al aire libre en la costa de Santa Marta. Has estado en una fiesta patronal de 3 días seguidos en Pasto. Has viajado 5 horas en la baranda de la puerta de un bus hacia Guayaquil; de noche en el auto de un desconocido de Quito hacia Ibarra. Has comido en un comedor popular de una comunidad campesina de las tierras altas de Arequipa. Has sentido el peligro de naufragar en una lancha en el mar Caribe. Has conocido la soledad de una madrugada fría cenando en un restaurante de carretera cerca a Bucaramanga. Has caminado por las calles de Iquitos, de Tarapoto, de Moyobamba, de Piura, de Medellin, de Cartagena. Has vivido, tío. Eso, a veces, es mas importante, que las efímeras derrotas de la vida...
(buscando mi nicho en este lugar, en este camino)