Regresar por estos meses a casa de mis padres y mi antiguo cuarto me ha servido para recordar cosas que han ido cambiando en mi vida: Mi extraña costumbre de pasar horas mirándome al espejo; las marquitas en el tabique del closet que iba haciendo a medida que crecía centímetros (al final termine resignandome de que nunca sería alto); mis gustos musicales por la Oreja de Van y Mar de Copas (he vuelto a ellos en estos días); la de contradecir verbalmente las cosas que mi madre decía (ahora ya no las digo, las hago); cuando salía todas las tardes a las cabinas de Internet (el último año del colegio ya ni hacía las tareas); las largas horas tontas que la pasaba con Pollo, Frank, Vic y demás (cuando podíamos perder tiempo); la primera vez (y única) vez que lloré por amor. Muchas cosas, que entonces eran bromas, se convirtieron en cosas serias. El caso es que, a diferencia de lo que se pueda pensar, no miro las cosas de antes con añoranza sino con un ligero y suave resabio de dulzor.
Los retornos
domingo, 23 de enero de 2011 | Publicado por El ultimo de la fila en 9:24 0 comentarios
Etiquetas: Declaraciones
Que la fé
Me da mucha pena cuando le cuento mi estrés a mi madre y ella me dice "órale a nuestro Señor Jesucristo". Yo con la mirada perdida pienso que me gustaría tener la fé que ella tiene. Por que, a sus 55 años, a veces se le vé con mayores esperanzas en la vida que yo.
domingo, 16 de enero de 2011 | Publicado por El ultimo de la fila en 6:50 0 comentarios
dos mil once
"Y vamos abriendo puertas y vamos cerrando heridas. Por que en el año que llega vamos a vivir la vida" (Gloria Stefan)
sábado, 1 de enero de 2011 | Publicado por El ultimo de la fila en 8:09 0 comentarios
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