Un dia de semana cualquiera

Por la mañana:

Todo parece tan en armonia. Todo es perfecto. La luz del sol tan clara y directa. Una mañana sin neblina. La brisa suave que viene del mar. Ir caminando al trabajo, sin apuro. Escuchando a Nena Daconte. Todo parece tan simple. Lima se ha convertido en el París de Amelie...

Por la tarde:
La ansiedad, la monotonía y el trabajo me agobian. La neblina del oeste que amenaza con entrar a Lima. Las cuentas, los plazos, los cursos. La desesperación de estar sentado en esta silla. La sensación de esperar algo que no se exactamente que es y que no es la salida del trabajo. La Lima del día a día. Quiero viajar eternamente...

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