Te vi tantas veces, pero ya no eras tú

La primera vez que te vi fue en una disco de Quito el ultimo día del año pasado. Llevabas un polo amarillo que nunca te había visto. Tenías esos hoyuelos en tu rostro y esa sonrisa de niño tonto que siempre me cautivaron. Cruzamos miradas varias veces. Nos miramos con tristeza; con nostalgia. En ese entonces ya estabas con pareja nueva, pero se notaba que no eras feliz. El no te idolatraba como yo.

La segunda vez que te vi fue un sábado de hace poco; ya en Lima. Fui a esa fiesta otaku con la extraña sensación de que te vería allí. No me equivoque. Te reconocí de espaldas. Llevabas llaveros de las Girls Generation en tu mochila negra (¿que hiciste con la mochila gris que te regale?). Me acerque a ti sin dudarlo. Conversamos de cosas tontas un rato. Te conté que me había enganchado al pop asiático por ti. Por un momento sentí que quizás todo volvería a ser como antes. Te abrace con descaro, con confianza absoluta.

Y así fue como te seguí viendo tantas veces. Caminando sin rumbo en la estación Canadá del Metropolitano. Tomandote un Frapucchino de algarrobina en Starbucks de Dos de Mayo. Sentado en un parque de Santa Patricia. Cruzando una calle de San Isidro sin mirar los semáforos, como siempre hacías.  Te vi tantas veces pero ya no eras tú.

0 comentarios: