Todo sobre mi viaje xiv (12 de enero del 2009)

Había deseado que el bus se demore mucho para poder llegar de día a Cartagena y así sacar dinero del banco. Pero no. El carro llego casi a las 6:00 am. Así que muy digno después de lo ocurrido (y no contado), salí del terminal solo para buscar un taxi como los 15 000 pesos que tenia. El taxista me quería cobrar esa cantidad para llevarme al hostel, pero le rogué que me cobrara menos. Acepto llevarme a Getsemani por 10 000. Llegue al hostel que tenia de referencia, pero no había habitaciones. Me dijeron que esperara que a lo mejor de desocuparía alguna al amanecer. Y así esperando me asignaron una cama en la habitación mas tugurizada (aunque como la de Medelllin tampooco tanto) con un maquina aire acondicionado que sonaba a maquinaria industrial. Luego de dejar mis cosas, salí a la calle para cambiar dolares. Caminar por esa zona de Cartagena no me dio mucha confianza, se notaba a barrio marginal. Pero luego fue venciendo mis prejuicios y me di cuenta que así era el estilo de vida de la gente. Me sentí mas tranquilo nuevamente con dinero. Cartagena hoy se notaba algo muerto, luego me contaron que era feriado en todo Colombia. Cuando regrese la señora que el hostel me ofreció un servicio de guia hacia una volcán que estaba por allí cerca Cartagena (Totumo). Así que me anime y lo tome. El bus se paso por varios hospedajes recogiendo gente. Luego de un pequeño recorrido por Cartagena nos llevo a un volcán , que yo me imaginaba un volcán, osea como suelen ser los volcanes. Imponentes. Pero no.... era un montículo de barro de a lo mucho 20 metros de altura.

Y en el cráter había gente bañándose en barro. Subí al cráter pero no me bañe. Aunque si lleve ropa de baño, pero no me sentía cómodo con tanta gente alrededor. Así estuve observando como los demás chicos se bañaban y luego se iban a enjuagar a la ciénaga que estaba al costado. Mientras yo comía sandía y me tomaba un Postobon.

Luego fuimos a una playa donde habían muchos restaurantes para almorzar. Justo me senté al lado de una chica de Suecia pero que tenia una pinta de colombiana única. Lo mas raro es que no sabia nada de español. Luego me explico la paradoja. Me contó que ella había sido adoptada por una pareja de suecos cuando niña y que en realidad había nacido en Popayan y había regresado a Colombia para reencontrarse un poco con un pasado. La tía tenia un aura muy especial, entre angustia, curiosidad, frustracion, duda. Todo eso senti cuando luego converse con ella a solas. El caso, es que ahí conversamos con mas chicos que estaban en el tour.

Ya luego cuando regresamos al hostel quedamos para salir a caminar por Cartagena mas tarde y así lo hicimos. Caminamos por Getsemani, por el Centro, bordeamos el Malecon. Nos sentamos conversar en la Plaza de los Coches. Hablamos mucho de su cosas, de su vida en Suecia, de mi... Una tarde bonita. Solo que su amiguillo de viaje (que nunca me precisaron su verdadera relación)se puso un toque celoso y empezó a incomodarse que salga con ella. Al llegar la noche, nuevamente me quede un toque solo, sin con quien salir. Y nada entre a Internet para escribirle a Hernan y pedirle contactos en esta ciudad. Y me paso el celular de una chica. Le llame. Fui al sitio donde nos encontraríamos pero nunca llego. Eso creo. Y nada empecé a caminar de noche por el casco antiguo de Cartagena. Esta parte de la ciudad aunque mantenia su aire colonial era muy exclusiva, restaurantes caros, hoteles 5 estrellas, argentinos rastas, negros cocheros de caballo, gringos andando por todos lados. Luego de cansarme caminando, en una zona que olia mucho a Gaultier para mi gusto, regrese al hostel. Y nada adormir. Había quedado, que quiza, partiríamos con la chica sueca y su amigo para Santa Marta el día siguiente. Cartagena, me sentó bien. La ciudad es muy rica y muy pobre a la vez (típico de los sitios turísticos).

El caso es que me gusto mucho su aspecto colonial (debi haberle tomado mas fotos). Peso mi actitud mas positiva y por esa energía de libertad que el mar Caribe me supo irradiar. Medellín quedo atras.